lunes, 12 de octubre de 2009

LA AVENTURA DE SER MAESTRO

Saludos a todos
José M. Esteve, Paulo Freire, Francisco de Asís Martin del Buey e incluso Gilberto Guevara Niebla en México, tocan en sus escritos la realidad de la Práctica docente.
Abordan con un gran tino la problemática de nuestro diario quehacer, por ellos sus escritos son deliciosamente enriquecedores.
Respecto a Esteve, me recuerda ciertos aspectos de mi historia docente. Coincido en el aspecto de que el docente decide como ha de ser su diario caminar en esta noble labor. La razón es sencilla; aún con reformas, programas, estrategias, reglamentos etc., al final solo queda el maestro, el aula y los alumnos, así que es el maestro con su autoridad y experiencia quien puede hacer del aula una fuente de motivación o una cárcel de aburrimiento. Simplemente debemos reconocer que un maestro que no se entusiasma con su cátedra difícilmente podrá hacer que sus alumnos se entusiasmen.

Es cierto que el maestro novato se encontrará con una realidad a la que no lo prepararon sus cursos de pedagogía (si es que los tomó). Una buena estrategia que se puede usar a la par de la prueba y error, es el apoyarse con maestros que tengan esa experiencia que al novato le falta.
En lo particular, me fue de gran ayuda los consejos tomados de algunos maestros decanos de la escuela donde impartí clases por primera vez.
En cuanto a la adecuación de los contenidos, creo si es necesario conocer los conceptos de zona de desarrollo o potencial. Esto le ayudará al docente a proveer al alumno del andamio adecuado.
Una buena técnica es la empatía. Si nos ponemos en los zapatos del alumno comprenderemos muchas cosas y nuestra clase se volverá más humana. Esto evitara caer en otro gran problema de la práctica educativa en el aula; el autoritarismo.
Como menciona Esteve, en ocasiones el docente se presenta al grupo como matón de barrio, tratando de ejercer su autoridad por imposición. Si bien es cierto que administrativamente el docente tiene la autoridad del grupo, es aprendizaje es más efectivo cuando el maestro es líder carismático y no por imposición.
Ganarse al grupo por el entusiasmo que provoque en él, generará un ambiente de motivación para todos en el aula y provocará que el trabajo de maestro no sea una tortura sino un placer.
Por último, tal como el autor lo menciona en el texto, el docente debe mostrar en todo momento un orgullo y un entusiasmo por su trabajo. Si no es capaz generar esos sentimientos, entonces está en una profesión equivocada y debe recapitular si seguir en esto o dedicarse a otra cosa.
Es duro pero los alumnos merecen un trabajo al 100% por parte de sus profesores.

1 comentario:

  1. Se me hace muy acertado tu comentario y retomo las palabras. "Hacer del aula una fuente de motivación o una carcel de aburrimiento" y no pensar que al final solo quedan el maestro, el aula y el alumno dejando a un lado las estrategias, reformas,programas, reglamentos, etc.

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